De todas las personas a las que Jesús hizo nuevas, Simón Pedro (junto con Pablo) es de quien estamos mejor informados, y el que más se parece a nosotros. Como dijo el doctor Stalker, “[Cristo] manejó los factores revoltosos y fluctuantes de su [de Pedro] carácter tal como un jinete avezado lo hace con un caballo brioso. Transformó una naturaleza tan inestable como el agua en algo consistente como roca.”
La primera vez que Jesús se encontró con Simón, se dirigió directamente a él:
Tú eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra). Juan 1:42, RVA
Se ha suscitado mucha confusión a causa de los debates en torno al verdadero significado de la palabra piedra en aquella frase. Considero acertado el comentario que hace el doctor Scofield en sus notas al pie, cuando dice: “En el griego hay un juego de palabras entre los términos Tú eres Pedro (Petros: literalmente ‘pequeña roca’ o ‘piedrecita’) y sobre esta Roca (Petra) construiré mi iglesia. No promete construir su iglesia sobre Pedro sino sobre sí mismo, como el propio Pedro se encarga de decírnoslo” (1 Pedro 2:4–9). Para que no quede ninguna confusión sobre el asunto, dejemos que el apóstol Pablo defina la cuestión de una vez para siempre, en cuanto a cuál es el Fundamento del cristianismo: "Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo". 1 Corintios 3:11.
Si Pablo hubiera entendido que Pedro era el fundamento de la iglesia que Cristo había organizado en Jerusalén, no hubiera declarado que no hay otro fundamento que Cristo.
El hogar de Pedro en Capernaúm
El hallazgo de la casa de Pedro es uno de los triunfos de la arqueología moderna. Durante buena parte del siglo XX, con algunas interrupciones, los arqueólogos italianos estuvieron excavando y restaurando el pueblo de Capernaúm. Este sitio es uno de los lugares más visitados en Galilea y, sin embargo, muchos de los turistas que concurren todavía no reconocen el vínculo con la vida de los apóstoles que se ha encontrado al descubrir allí la casa de Pedro. La historia de la iglesia de antaño nos da el relato, y provee las claves para el descubrimiento de la historia de la casa de Pedro.
La conversión de Pedro
Pedro fue llevado a Cristo por su hermano Andrés. Ambos eran pescadores y desarrollaban su oficio en el Mar de Galilea. Pedro era joven cuando se encontró con Jesús por primera vez y es evidente que estaba interesado en el Mesías. Cuando su hermano Andrés le dijo que había encontrado al Mesías, Pedro arrojó a un lado sus redes y marchó para verlo por sí mismo. Luego volvió a sus labores.
Tiempo después Jesús vino a las playas de Galilea y encontró allí a Pedro, con el que había hablado antes. Entonces le hizo una invitación: “Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!” (Mateo 4:19). Pedro y Andrés no vacilaron en dejar sus redes y sus barcos, y siguieron a Jesús. Pedro estaba casado y, aparentemente, su suegra vivía con él y con su esposa.